Autocompasión I
(Transcribimos el texto desde la traducción de una conferencia en youtube. El resto de la conferencia la tienes trascrita en este mismo apartado del bloga web con el título "Autocompasión II". Puedes buscar la conferencia en inglés en youtube, con el siguiente título "Los tres componentes de la autocompasión". Kristin Neff.)
¿Cómo defino la compasión? Realmente no veo una diferencia entre compasión por uno mismo y por los demás. Los defino de la misma manera. Yo sostengo que la autocompasión tiene los componentes de un sentido de bondad, cuidado, comprensión de uno mismo versus juicio, un sentido de humanidad común versus sentirse aislado y cortado, lejos de los demás. Y luego una sensación de atención plena: ser consciente del sufrimiento que está ocurriendo versus sobreidentificación. Los revisaré cada uno por separado.
1.- Bien bondad hacia uno mismo contra juicio propio.
La bondad es más que corazones y flores. La bondad tiene un componente muy activo. Significa que cuando eres amable contigo mismo, realmente quieres consolarte cuando estás sufriendo, quieres aliviar tu sufrimiento, quieres calmarte a tí mismo. Es una postura activa en la que quiero hacer todo lo que pueda para ayudar. Me siento lo mejor posible en este momento.
2.- Humanidad común contra el sentimiento de aislamiento y de estar cortado, lejos de los demás.
Realmente enmarcando el propio sufrimiento a la luz de la experiencia humana común. Sería gracioso si le preguntase a alguno de ustedes, ¿es usted un ser humano? Sí, por supuesto. Dirías, claro que sí, por supuesto. ¿Y todos los que están aquí son seres humanos? Si por supuesto. ¿A parte de mí, todos los demás sufren? Sí por supuesto.
Lo dirías lógicamente, pero en el momento, cuando simplemente tuviste un problema en el trabajo o alguien te que rechaza o pasa algo malo en tu vida, lo que pasa de manera no racional es que nos volvemos muy egocéntricos. Nos sentimos como ¿Por qué yo? Soy yo el único que se equivocó. Soy el único que está pasando por algo tan difícil. Y nos sentimos realmente separados de los demás. Es como si de alguna manera cuando las cosas van mal eso es anormal. Pero si algo salió mal, ¿hay algo anormal? No, no.
Eso es lo que es la vida. La vida sale mal. Nadie aquí firmó un contrato antes de que nacieras en este mundo diciendo que tu vida sería perfecta. Pero pensamos que no es la vida que debemos tener. Así reaccionamos. Hay muchos problemas con esa forma de pensar, con eso de que ¡no es la vida que quise tener!
Uno de los problemas de esta visión es que nos sentimos aislados y separados de los demás. Fisiológicamente eso es muy atemorizante. Si piensas evolutivamente una de las peores cosas que le puede pasar a uno es estar aislado del grupo, entonces no nos sentimos a salvo. Y es interesante: este aspecto del bienestar no creo que haya sido estudiado suficientemente. Ese sentido de poder sentirnos conectados con los demás.
En los talleres lo que más destacan los participantes es que sienten que no solo les pasa a ellos. Que no son los únicos que se juzgan o que sufren. Es muy importante recordar que esto es la experiencia humana, así es como se supone que deben ser las cosas. Nada ha salido mal. Es doloroso, pero es normal, es natural. Y luego aquí es donde viene la atención plena. Tienes que ser consciente de tu sufrimiento para poder ofrecerte compasión.