Autocompasión II

Tienes disponible la primera parte en este enlace.

3.- Atención plena.

Así que la atención plena te permite que te des cuenta de tu sufrimiento, pero para estar con tu sufrimiento. Pero no nos gusta, si pudiéramos deshacernos del dolor, lo haríamos. Tenemos muchos mecanismos psicológicos para evitarlo.

La autocompasión dice, ¡vaya, el dolor está ocurriendo! ¿Me vuelvo hacia eso? ¿Puedo estar con eso? Y realmente necesitas hacer eso para darte el cuidado y el apoyo que necesitas. Ahora, algunas personas dicen, “vamos, tienes que notar tu sufrimiento”, y alguno dicen: “pero es obvio, estoy sufriendo”. Sin embargo, a menudo no es tan obvio. El dolor causado por el juicio propio, creo que es uno de los peores dolores que experimentamos.

Conoces un dolor constante y molesto: “No soy lo suficientemente bueno, no soy lo suficientemente inteligente, lo arruiné todo, soy eso o aquello”. A menudo estamos tan perdidos en nuestras autocríticas que realmente no nos detenemos a darnos cuenta: “Oh Dios mío, esto es muy, muy doloroso”. Y de alguna manera nos sentimos más cómodos en la autocrítica porque al menos quién realiza la autocrítica no es la persona que lo echó a perder. La autocrítica sabe que tú lo echaste a perder, pero la parte de usted que se siente realmente vulnerable e inseguro y un fracaso, a menudo no le prestamos tanta atención a esta otra parte y nos fijamos más en nuestro autocrítico que sabe cómo hay que hacer las cosas y no es un fracaso. De alguna forma nos dividimos y separamos, por el lado queda nuestro autocrítico que sabe cómo se hacen las cosas y por otro lado nuestro yo vulnerable e inseguro que siente que ha fracasado.

También es muy importante cuando las cosas van mal en nuestras vidas, muy a menudo nos equivocamos en el modo de resolución de problemas. Es como: hay un problema, no lo quiero, necesito solucionar el problema inmediatamente. Y lo que pasa es que nos vamos directamente al modo de resolución de problemas y no nos detenemos para volvernos hacia el sufrimiento, para decirnos: “esto es realmente difícil, necesito un poco de cuidado y compasión para conseguir salir de esto”. Cuando no estamos en nuestro mejor momento psicológico, y eso sucede cuando sufrimos, es algo que tienes que recordarte a ti mismo antes de pasar directamente a solucionar problemas. Simplemente reconocer y validar lo difícil que es la situación.